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ISSN 2477-9105
Número 33 Vol.1 (2025)
En la actualidad, los desechos biomédicos
representan un desao ambiental signicavo
a nivel global (1). Según un informe de la
Organización Mundial de la Salud OMS, se esma
que anualmente se generan aproximadamente 16
millones de toneladas de desechos biomédicos
solo a nivel hospitalario (2), de los cuales una
proporción considerable proviene de la atención
veterinaria, aunque este sector aún carece de
un seguimiento detallado y especíco (3). Este
vacío en la recopilación de datos es preocupante,
ya que los residuos generados en clínicas
veterinarias representan no solo una amenaza
para el entorno natural, sino también un posible
canal para la propagación de enfermedades
zoonócas, es decir, aquellas que pueden
transmirse de animales a seres humanos (4).
Ejemplos de estas enfermedades incluyen la
leptospirosis y la brucelosis, las cuales generan
un costo económico signicavo a nivel mundial,
esmado en 20.000 millones de dólares anuales,
debido a los gastos en tratamiento y control de
los brotes (5).
En varios países de América Lana se han
establecido normavas orientadas a asegurar el
manejo y la disposición adecuada de residuos
infecciosos (6) . Sin embargo, los residuos
veterinarios, a pesar de su potencial impacto
en la salud humana, no siempre son clasicados
como residuos sanitarios, lo que lleva a no
reconocer adecuadamente su contribución al
total de residuos peligrosos (7). En este contexto,
los profesionales veterinarios están expuestos
a un alto riesgo de accidentes, como cortes y
punzaduras, contacto con agentes biológicos,
intoxicaciones y enfermedades relacionadas
con su labor, tales como zoonosis, infecciones
cutáneas y hepas, entre otras (8). A pesar de
estos riesgos, la implementación de práccas
adecuadas para la gesón de residuos peligrosos
sigue siendo insuciente (9). En muchos casos,
los desechos se disponen de manera inapropiada,
ya sea a través de vertederos no autorizados
o incineración sin control, lo que agrava la
contaminación del suelo, libera compuestos
tóxicos al medio ambiente y aumenta los peligros
para la salud pública (10).
En Ecuador, la deciencia de una gesón
especíca para estos residuos es evidente (11). Se
esma que el 35% de las clínicas veterinarias en
el país carecen de protocolos adecuados para el
I. INTRODUCCIÓN
manejo de desechos peligrosos, lo que contribuye
a que aproximadamente el 40% de estos residuos
se disponga en vertederos no autorizados (12).
Por lo tanto, es claro que la gesón inadecuada
de los residuos generados en clínicas veterinarias
puede tener serias consecuencias en la salud
pública, como la propagación de enfermedades
zoonócas, infecciones bacterianas y el riesgo
de intoxicaciones (13). Asimismo, en el medio
ambiente local, la disposición incorrecta de
estos residuos puede contaminar fuentes de
agua, afectar la biodiversidad y contribuir a
la diseminación de contaminantes químicos y
biológicos en los ecosistemas (14).
En el caso especíco del cantón La Maná, no
se cuenta con una recopilación organizada de
información acerca de la generación de residuos
veterinarios. Esta falta de sistemazación diculta
la implementación de medidas prevenvas y
de control que aseguren el cumplimiento de la
“Ordenanza Municipal de Gesón de los Desechos
Sólidos, Doméscos, Comerciales, Industriales y
Biológicos Potencialmente Infecciosos” del cantón
(15). Esto representa un alto riesgo sanitario,
especialmente para médicos veterinarios,
auxiliares, personal de limpieza y recicladores,
quienes están expuestos a cortes, infecciones,
enfermedades zoonócas como leptospirosis
y brucelosis, e intoxicaciones por sustancias
químicas. Además, la gesón inadecuada
genera costos adicionales en el tratamiento
de enfermedades derivadas de la exposición
a residuos peligrosos y en la migación de los
impactos ambientales a largo plazo, afectando la
sostenibilidad de los establecimientos (16).
Por lo tanto, el objevo de esta invesgación es
fomentar una gesón integral y sostenible de los
residuos sólidos peligrosos en los establecimientos
veterinarios urbanos del cantón La Maná. Para
ello, se propone el diseño de un plan de acción que
permirá promover una cultura de responsabilidad
ambiental en la comunidad, a través del manejo
adecuado de los desechos veterinarios. Esta
iniciava también contribuirá al cumplimiento del
Objevo de Desarrollo Sostenible (ODS) número
3, enfocado en garanzar una vida saludable y
promover el bienestar de todas las personas en
todas las etapas de la vida. Además, facilitará el
cumplimiento de las normavas establecidas por
las autoridades nacionales y locales, ayudando
a resolver los problemas ambientales y de salud
pública, y reduciendo los costos operavos para
los establecimientos veterinarios.